Un nuevo concepto de estilo de vida y diseño de interiores
Del mismo modo que cualquier otra moda, en decoración de interiores habitualmente se recurre a los orígenes para renovarse y reinventarse. Sin embargo, en este caso haremos lo contrario y viajaremos a un hipotético futuro en el que las formas geométricas, los estampados y las texturas se combinan para crear un nuevo estilo.
El mid century modern o century modern, es un estilo de decoración de interiores que aparece a finales del siglo XIX y principios del XX, junto con la nueva corriente del futurismo que impregna la cultura, la estética y el arte. Como no podía ser de otro modo, esta nueva tendencia también llegó al interiorismo y con ella la necesidad de priorizar la funcionalidad sin perder la estética. En un contexto de modestia tras la Segunda Guerra Mundial, floreció el century modern con su sobriedad, su falta de detalle y floritura donde la geometría acompaña todas las formas presentes. Existen ciertas características que definen una decoración como century modern. Si miras alrededor, estamos seguros de que habrás visto más de un lugar con esta apariencia. Muchas personas se sienten cómodas con este estilo que abraza la simplicidad sin perder el diseño, y te sorprenderás con piezas inesperadas que elevan la decoración a otro nivel. Si tienes curiosidad, a continuación te exponemos los puntos clave para entender el century modern y llevarlo a tu hogar para que puedas renovar tus estancias y expresar tu personalidad con ella.
Una de las características más rápidamente visibles del century modern. Cuando observamos las formas en general, comprobaremos que este estilo de diseño de interiores aboga por el mobiliario de gran tamaño de líneas limpias y rectas. De esta manera se refuerza el principal objetivo, que es la funcionalidad y jugar con el resto del espacio negativo de la sala. Asimismo, gracias a este tipo de mentalidad sobre la creación de espacio mediante mobiliario con poca floritura, logramos una sensación de fluidez entre estancias. Esto se debe a que, aunque cada sala tiene su propósito específico, la horizontalidad de los componentes dan continuidad sin aislarlos, porque este tipo de viviendas suele priorizar los espacios diáfanos en la medida de lo posible, como las cocinas abiertas.
Otra de las características más notables de esta tendencia, es el uso de materiales en su estado puro, es decir, maderas al natural sin nada más que barniz, tejidos con colores neutros y naturales, etc. Debido a la intención hacia la simplicidad y la época durante la que surge, aparece una influencia en los muebles de origen escandinavo.
Pero no todo son detalles neutrales o simples. El century modern es un estilo que también recurre a un detalle bien escogido, como un toque de color llamativo o una pieza disruptiva. La motivación tras esto es romper la monotonía. Un color vibrante que anima y destaca, o una pieza de diseño extravagante que equilibra la balanza con la sencillez general.
Existe, debajo de todas estas características tan propias del interiorismo en el century modern, una elegancia que no necesita ser lujosa o exagerada. La clave reside en la meticulosidad de la elección de las piezas que, aunque sencillas, están perfectamente escogidas para no pisarse entre sí, complementarse y potenciarse. Un toque de bronce o latón puede ser ese detalle que estás buscando siempre que se a con un acabado mate o cepillado. A mediados de siglo, este se puso de moda y empezó su lenta reaparición en el interiorismo. Se trata de un material ideal para ofrecer un toque de luz y elegancia sin la necesidad de excederse.
A mediados del siglo XIX, con la popularización de la arquitectura modernista, se implantó como tendencia abrazar los componentes estructurales de las viviendas. Las vigas, los pilares, los forjados, las cristaleras, etc. Tomaron un gran protagonismo y empezaron a formar parte de la propia decoración.
Por otro lado, nuevos elementos reaparecen y se ganan un lugar en este estilo de diseño de interiores. Más concretamente las molduras y el papel pintado. La aparición de estos forma parte de esta corriente de pensamiento que abraza el estructuralismo de la edificación. Siguiendo el concepto del futurismo, muchos de estos papeles de pared, así como los tejidos, las alfombras, la ropa de cama, etc. Abrazan la geometría en su más pura esencia. En composiciones planas de dos dimensiones, estos estampados que no buscan llamar la atención, unifican el futurismo con la simplicidad de las formas.
Si bien no es lo mismo la simplicidad que la sencillez, es un hecho que esta corriente de interiorismo está volviendo con fuerza y muchos ya la han adoptado en sus casas. Siguiendo estos simples consejos tú también puedes hacerlo. Si te sientes cómodo con la sencillez, la sutil elegancia, la geometría y el futurismo, tal vez, esta tendencia es para ti. ¿Te atreverías a probarla en tu hogar?
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